Comisión de secretos oficiales

El CNI resiste la ofensiva separatista en el Congreso: admite 18 pinchazos pero no el uso de Pegasus

PSOE CNI
Paz Esteban llegando a la Comisión de secretos.
Pelayo Barro

El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y su directora, Paz Esteban, han salido ilesos de la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso de los Diputados a la que ha acudido este jueves para dar cuenta del espionaje al separatismo catalán. Ante la atenta mirada de diputados de ERC, EH Bildu, Podemos o la CUP, la máxima dirigente de los servicios secretos españoles no ha revelado ningún dato sobre operativos pasados o en marcha del CNI. Ni siquiera ha admitido verbalmente el uso concreto de la herramienta Pegasus. Ha señalado que el Centro sólo ha investigado -sin revelar el método- a 18 separatistas vinculados a la causa judicial del Tsunami Democràtic. Y ha presentado las órdenes judiciales que autorizaban esas escuchas para demostrar la legalidad de sus actuaciones.

El CNI ha tenido al menos diez días para preparar la intervención de Paz Esteban frente a algunos de los socios del Gobierno de Sánchez más beligerantes con los servicios de inteligencia. Y ha conseguido salir indemne de esa ofensiva planteada por el separatismo para acorralar al servicio de inteligencia y, por contagio, al Ministerio de Defensa y su titular, Margarita Robles.

Ha sido Gabriel Rufián, portavoz de ERC, quien lo ha confirmado en declaraciones a su salida de la Comisión: Esteban no ha admitido verbalmente el uso de Pegasus. Tampoco ha aportado datos de la operativa real del Centro, más allá de una «larga explicación» de cómo es el funcionamiento de este organismo en su lucha contra el crimen y por la seguridad de España.

Ni datos de agentes, operaciones en marcha, secretos ni detalles operativos como las herramientas que utiliza el CNI han quedado al descubierto frente a una comisión formada por al menos 6 diputados que rechazan el régimen constitucional actual.

Espiados con orden judicial

La directora del CNI sí ha admitido que el centro ha realizado una investigación (sin especificar con qué métodos) sobre 18 separatistas vinculados a la causa del Tsunami Democràtic. Todo bajo tutela judicial y con previa autorización. De hecho, Esteban ha aportado el expediente que motivó la investigación a esos 18 individuos. Ha negado que el CNI esté detrás del espionaje al resto de la lista de presuntos afectados, revelada en la investigación del laboratorio informático canadiense Citizen Labs. Es decir, admite 18 de los 65 investigados, como hoy revelaba OKDIARIO.

El separatismo ha salido de esa comisión con gesto malhumorado. Tanto Rufián como la portavoz de EH Bildu, Maite Aizpurua, han considerado insuficientes las explicaciones que han recibido y han solicitado de nuevo que se lleva a cabo una comisión de investigación en profundidad y a puerta abierta. La misma que el PSOE -con apoyo del PP- han rechazado esta semana. Por parte del PNV, Aitor Esteban ha asegurado que tras escuchar a Esteban y sus explicaciones sobre el espionaje, «aún queda mucha tela que cortar».

Israel, la clave

Fuentes de la seguridad del Estado explican una de las claves que hay detrás de la decisión del CNI de no admitir oficialmente, ni siquiera a puerta cerrada y en la Comisión de Secretos Oficiales, el uso de Pegasus. Tiene que ver con la relación contractual firmada por España con Israel cuando adquirió este software.

Entre las cláusulas que exige Israel para dar luz verde a la licencia de uso de Pegasus, desarrollado por la firma NSO Group, se encuentra el compromiso de no revelar públicamente que España es uno de los operadores del sistema. Romper esa cláusula es asumir de facto que Israel revoque la licencia de uso de Pegasus. De esa forma, Esteban ha salvado el empleo de esta herramienta en la operativa del servicio secreto.

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